En el albor del Neolítico, nuevas evidencias arrojan luz de la antigüedad del vino
En un montículo llamado Gadachrili Gora, cerca de Tbilisi, Georgia, arqueólogos descubrieron evidencia concluyente de que hace 8.000 años, durante la Edad de Piedra, una tribu cultivaba uvas y producía vino a gran escala para la época. Las excavaciones revelaron cerámica decorada con uvas y la presencia de ácido tartárico, una huella química del vino, en fragmentos de cerámica. Este hallazgo desafía la creencia previa de que Irán fue el lugar de origen del vino. Los arqueólogos sugieren que la vinificación podría haberse llevado a cabo en las colinas cercanas, y el vino se transportaba a las aldeas en jarros más pequeños. Además, se especula que estos viticultores neolíticos podrían haber producido vino puro, sin aditivos como resina de pino. Este descubrimiento arroja luz sobre la sofisticación de las sociedades de la Edad de Piedra y sus actividades más allá de las necesidades básicas de supervivencia. La cultura del vino en Georgia tiene profundas raíces históricas, y el estudio continúa para identificar la variedad de uva utilizada y explorar capas aún más antiguas del yacimiento.